Dicen que «a la tercera va la vencida». Pues bien, esperemos a esa tercera para ver si se cumple el dicho. Son ya dos las ocasiones en las que hemos actuado en la bonita y súperconcurrida población de la plana Baixa (en la cercana y conocida -teatralmente- Mancomunidad Espadán Mijares) y dos ocasiones en las que hemos salido con un regusto amargo. Y en ambas hemos sufrido el mismo efecto, el «aquaplaning», pero de distinta forma. Me explico…

En 2014 tras una actuación en la plaza de la villa que fue complicadísima de sonorizar y en la que subsanamos problemas técnicos a última hora y en la que nos salvamos por minutos de una tremenda tromba de agua… sufrimos el «aquaplaning» en directo todos los vehículos en la carretera de vuelta: el camión con el material del escenario y todos los coches, nos vimos afectados por esa pérdida de tracción y control en la vía durante unos breves segundos que parecen minutos. ¡Nada pasó, logramos superarlo!

Este año 2018 hemos vuelto a venir a Aín y hemos vuelto a sufrir la pérdida de tracción y control, ¡¡pero encima del escenario!! El «aquaplaning» durante la representación de «Cels de novençà» no ha durado segundos sino ¡algo más de una hora! en la que, a modo de ensayo general, defendimos (este verbo hoy tiene todo su significado real) el sainete de Josep Peris Celda -estrenado en 1917- dando gracias a que ningún descendiente del Sr Peris se encontraba entre el escaso público asistente a la representación. ¿Lo mejor del tema? Que el respetable afirmaba, al término de la representación, que nada de eso se había trasladado al público. ¡Lo conseguimos! Empezamos a poder confiar en nuestra «profesionalidad amateur» y eso que los dioses de las Artes nos dejaron de la mano en esta ocación y a merced del riguroso directo (y si no que se lo digan a Juanan y Pablo que recibieron dos tremendos zapatazos en la cara, sin tiempo para esquivarlos, de una Lola totalmente metida en su papel).

Las dimensiones reducidas del escenario no ayudaron (poco espacio para movernos) y tampoco las condiciones del backstage o bambalinas (exigía contorsionismo para entrar en escena). ¡Ya que tenemos que sufrir, pues todo de golpe el mismo día!

Vivencias que enriquecen como bien explica nuestro director. ¡Todo forma parte de la experiencia teatral! A partir de ahí una exquisita cena puso punto y final a una jornada para «recordar».

VISCA, siempre, EL CRESOL

ain18 (5)ain18 (8)ain18 (12)ain18 (15)ain18 (18)ain18 (20)ain18 (25)ain18 (30)ain18 (34)ain18 (35)ain18 (39)ain18 (41)ain18 (45)ain18 (49)

 

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia. Si continuas navegando, consideramos que acepta su uso. Puedes obtener más información aquí aquí.


ACEPTAR
Aviso de cookies