Con las peores previsiones de lluvia (y un cielo encapotado que no desdecía esta previsión) nos encaminamos hasta la bella localidad de Aín para, en la plaza mayor y al aire libre, disponernos a interpretar los divertidos sainetes «Visites de l’altre món» y «La Xala». Pero EL CRESOL, se alió con la meteorología y no fue hasta una hora después de acabado y desmontado nuestro espectáculo cuando descargó la tormenta. ¡Que no era pequeña!.
Por nuestra parte tuvimos una buena tarde de teatro cuya sonorización fue salvada con nota (no era sencillo por las dimensiones y condiciones de la plaza) por el siempre eficaz y efectivo Pepe. ¡Sí, se nos oyó y el público disfruto por ello!. Y no sólo la sonorización de voces sino que también las músicas de ambiente tuvieron su intríngulis técnico que fue salvado gracias al buen hacer de Pau y Daniel, entre otros, que buscando a un conocido del lugar… consiguiendo un portátil… haciendo uso de… ¡¡en fín, una de esas anécdotas que quedan para la historia!!. En cualquier caso, FELICIDADES, EQUIPO, se ha conseguido una vez más.
Empezamos con la primera de las obras citadas en la que los fenómenos paranormales y la presencia fantasmagórica (que sorprendió a todos y llegó a asustar a algunos de los más pequeños) crearon un clima de misteri còmic valencià con muy buen ritmo e interpretación por parte de todos los artistas: Sheila, M.Carmen, Vicent, Juanan y Víctor.
Posteriormente se interpretó «La Xala», un clásico de El Cresol que recuperó, años después, a la joven pareja Pau-Ania que, junto a los «borrachines oficiales» Vicent y Julio, el peculiar y desternillante amo interpretado por Juanan y los siempre efectivos M.Carmen y Jose (por cierto, tremenda la bofetada cómica recibida por este último de manos ¡de su hijo en la vida real!) compusieron un sainete que es garantía de éxito por su redactado lleno de ingenio y notas de humor. Pau, has entendido perfectamente aquello de el «realismo» en escena. Y Jóse, ¡tú también, qué remedio!.
Dos horas de entretenimiento que disfrutamos, a medias, el CRESOL y la localidad de AÍN. ¡Hasta la próxima!
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