FUENTEOVEJUNA en Castellón gracias al buen hacer del grup de teatre «El Cresol». Todos los inconvenientes de una obra tan coral y multitudinaria fueron superados de manera sobresaliente con los ingredientes que nunca fallan: la dedicación, la perseverancia y el cariño que el grupo de teatro dirigido por Vicent Collado puso finalmente en escena y tras semanas de ensayo de papeles, diseño de escenarios y preparación general.
Más de 40 comprometidos artistas (desde pequeñas debutantes a actores locales consagrados) consiguieron llevar adelante 2 representaciones en el Teatre del Raval en las que se llenó no sólo el escenario sino el patio de butacas y en las que el espacio de actuación se extendió a ambas ubicaciones consiguiendo el efecto esperado de recrear la historia haciendo partícipes emocionales a los espectadores.
Nos atrevimos con una versión de corte clásico en la que se respetó la letra y el espíritu de Lope de Vega… cambios de ubicación en las escenas… diferentes recreaciones de simbólicos escenarios… y pese a todos los inconvenientes, ¡¡logramos el objetivo!!
Para la historia quedan ya los nombres de los artistas que interpretaron al malvado Fernán Gómez, a Laurencia y a Frondoso, a Jacinta, a los reyes Isabel y Fernando, al alcalde de tan aguerrido pueblo, a los soldados del comendador, al Maestre de Calatrava, al cruel pesquisidor… y tantos otros que, con su letra y su presencia activa, ayudaron a recrear las escenas.
Y también para la historia las incontables anécdotas que envuelven tan arriesgada empresa como es la puesta en escena de Fuenteovejuna: desde la organización milimétrica y el buen hacer de José Luis R. estrenándose como coordinador de montajes, escenarios, plataformas y cachivaches varios (y sus correspondientes estudiados cambios ¡todo un prodigio de la ingeniería artesana «nulera»!)… pasando por la paciencia infinita de una M.Carmen que logró cuadrar todo el asunto de las entradas, reservas, peticiones de butacas juntas, separadas, cercanas, lejanas… (¡quién engañó a esta mujer, por diossss!)… para acabar (porque hay que acabar pues hay infinidad de ellas y ud. amable lector no tiene todo el tiempo del mundo) por ese Jose que, aún disfrazado de «Pesquisidor» se convirtió en el más insobornable portero que daba acceso al escenario tan sólo a los actores y actrices del momento y que mantenía, en un submundo teatral sordo y ciego, a los que en ese momento no estuvieran en escena. ¡Bravo, Jose, la única manera de que no hubiera habido más jaleo fuera de escena que en la propia escena!.
En definitiva, el ÉXITO de un trabajo conjunto por y para Castellón de un humilde grupo humano con un fondo extraordinario.
VIXCA EL CRESOL!
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