De nuevo «la carretera de Llucena» y sus amables curvaturas nos acogieron en la cálida-calurosa tarde del perezoso sábado de agosto. Pero esta vez no nos pilló tan desprevenidos, no: la industria farmacéutica hizo el agosto con nosotros y los productos anti-mareos casi-casi funcionaron. Se trataba de la última actuación del verano (por fechas que no por climatología) y todo confluyó para llegar a un digno y adecuado final.
Por un lado la amable población de Castillo de Villamalefa la cual acudió en buen número a la representación y que rió de buena gana con el programa ofrecido de obras en castellano («Farsa y Justicia del Corregidor!, «Novios por internet» y «Confusión general en la clínica dental»); por otra parte la previsión horaria y de infraestructura que hizo que todo fuera muy rodado hasta permitir momentos de relax como los que muestra alguna de las fotos; se sumó el hecho de ser la primera vez en la historia del grupo en que se actuaba ¡en un frontón! lo que añadía emoción ante lo desconocido; a todo ello se sumó el sumarnos a la chocolatá prevista para una hora antes de la representación que, además, estaba buenísima (bueno, en el caso de Juanan recontrabuenísima pues, entre explicaciones y excusas, se metió entre pecho y espalda 4 vasos del líquido y dulce elemento); y por último un fin de fiesta gastronómico más que remarcable a base de carn torrà con sus correspondientes ensaladas, pan, allioli, postre, carajillos… que provocó que hubiera que entonar el «marchem ja?» por los más centrados del convite pues, caso contrario, estaría ahora, doce horas después, escribiendo la crónica desde el mismísimo restaurante-terraza que por cierto gozaba de 10ºC menos de temperatura en este tórrido verano que estamos atravesando.
¡¡Ah, sí, y la actuación!! Es verdad, que habíamos venido a eso…. Pues muy bien, ya con los tics propios de la última del verano (relajación, deslices, confianzas…) pero todo ello salvado con la profesionalidad amateur del CRESOL. A destacar el estreno de Ana Luque en el papel de fea-fea de la segunda obra, su primer papel largo, ¡bravo Ana! y las interpretaciones llevadas en algunos casos al extremo que, según nos confesaron, llevaron a las lágrimas (de risa, evidentemente) de varias personas del público.
Verano de 2017, ya eres recuerdo. Pero recuerdo VIVO de un grupo humano que crece con cada nueva experiencia compartida. Gracias Castillo de Villamalefa por..todo!!.
VISCA EL CRESOL
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