Ni llovía ni dejaba de llover. Ni llegaba a hacer frío pero desde luego tampoco calor…. Es decir, que la tarde sabatina invitaba a quedarse en casa, pero EL CRESOL invitaba a la mejor opción como así se pudo comprobar por los asistentes: acudir al auditori de la Caixa Rural de la localidad para disfrutar de una tarde noche de divertido teatro. Los sainetes «La vespeta» y «Caballers, vixca la vida» fueron los felizmente culpables de que el público, que llenó la platea del recinto, marchara de allí con la mejor sensación: haber reído y compartido complicidades con un grupo de actores que no sólo actuamos sino que participamos de ese divertimento.
Comenzó la velada con «La vespeta», sainete que se desarrolló con una sólida puesta en escena y diversos recursos teatrales (la lectura «representada» de una carta… la música en el sitio y momento adecuados…) a cargo de Manolo, José E., Aloma, Gloria, Pau, José S. y Daniel. Desde el primer momento la temática «enganchó» con el público que, impaciente por el resultado, avanzaba las acciones que podían suceder. Se notó el rodaje de la puesta en escena que permitió a este grupo de actores disfrutar y hacer disfrutar al respetable.
Con posterioridad se representó «Caballers, vixca la vida» que, además, suponía estreno absoluto de la pieza. Es por ello que Juanan, Daniel, M.Carmen, Mar y Julio sufrieron aquellos nervios de la première sin que, externamente, dieran prueba de ello. Ciertos incidentes por otra parte comunes y al parecer inevitables en estos casos, fueron superados con prestancia y profesionalidad amateur por los cinco. A destacar la sobresaliente interpretación de Mar quien, en un papel de contrastes emocionales supo «mover» literal y físicamente a sus compañeros de reparto cosechando un especial reconocimiento del público y compañeros.
Una nueva aventura creativa y que nos ha hecho crecer como artistas y como personas. Y la reconfortante sensación de haber podido hacer reir a terceros y superar las adversidades del estreno.
VIXCA EL CRESOL.
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