Hasta la comarca del Baix Maestrat nos desplazamos para estrenar la temporada estival del grup de teatre EL CRESOL. Concretamente en Traiguera, población en la que ya habíamos tenido el placer de actuar, y en su Centre Cultural pusimos en escena el divertido sainete «El tío Cavila» que contó como novedad en el reparto con la presencia de Isabel (que se estrenó en el agradecido terreno del sainete) en el papel de Doña Policarpa, de José Luis Romero, como tío Juan, sustituyendo al entrañable Ximo que esperamos se reincorpore en breve y de Toni que… bueno… cantó y comió y… bueno, ¡bienvenido Toni!
¡Y al menos en lo organizativo se notó que era la primera actuación de la temporada! pues se percibió la falta de agilidad en la «logística» (camión que llegó retrasado a la hora de partida, maquinaria de montaje sin la suficiente carga para el trabajo que le esperaba, algún coche que se despistó por el camino, algún que otro atrezzo que se echó en falta… ¡¡¡lo que no faltaron fueron maderas y listones para el montaje, ya se encargó José Luis, el «capo construtore» de cargarlos por triplicado -o más- por si acaso!!!)
En cualquier caso menudencias que se resolvieron con la creatividad y buen talante que reúne el equipo artístico y que hicieron que el escenario presentara un más que digno aspecto ocupando en su integridad el mismo. ¡¡Hasta descolgamos el escudo de la población que presidía el Centro Cultural y lo convertimos en parte de la obra escenificada al plantarlo sobre uno de los paneles!!
La obra en sí fue defendida con aplomo y supimos «salir» de las trampas que nos autoplanteamos en los diálogos. ¡Veteranía copiada de nuestro director, un líder en estas lides! Tanta era la confianza en la obra que éste, Vicent Collado, planteó introducir un invitado de excepción (Turkus, el inquieto perro de unos componentes del grupo) haciéndolo subir en el momento de concentración y clímax «gracias a los encantos» de cierto embutido con el que había embelesado antes al perrito. Pero no pudo realizarse pues, previamente Turkus tuvo que abandonar la primera fila de asientos al querer «comunicar» de manera evidente (y sonora) con su amo en escena. ¡Otra vez será!
Traiguera nos demostró cariño y buen entendimiento teatral pues las risas y comentarios alusivos eran frecuentes y, al terminar, las autoridades contratantes así nos lo hicieron saber expresamente. ¡Visca,pues!
Lo dicho, empieza la temporada estival. Próxima representación: Ludiente.
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