Curvas y más curvas (y más) nos permitieron llegar a la bonita población de Zucaina sita en la comarca del Alt Millars que, como sucede en muchos pueblos de similares características, triplica en verano su población confiriéndole un especial aire festivo y vivo. Toni, el cazador de «Farsa y Justicia del Corregidor» fue víctima de las citadas curvas y llegó blanco como un folio (blanco) aunque no fue el único. Otras lo sufrieron en silencio. Y es que el viaje tuvo sus intríngulis. En concreto dos…
Por una parte elegimos la ruta menos indicada: había un 50% de posiblidades y elegimos la menos buena. Pero es que, además, la partida de la expedición tuvo su segundo, e importantísimo (e inesperado) intríngulis pues pasadas las 17,30h con el camión cargado y los coches, igualmente cargados, al ralentí dispuestos a partir sobre el horario previsto, una llamada telefónica nos dejó mudos: la actuación prevista a las 22h resultó que, por un error involuntario de ambas partes, no tenía que realizarse a esa hora sino ¡¡a las 18h!!. En definitiva: en 25 minutos. «Subid lo más pronto que podáis» fueron las palabras, breves y elocuentes, de la comisión de fiestas (no muy alentadoras teniendo en cuenta que para la citada hora faltaban 25min y que el viaje prometía hora y media de bucólica carretera entre pinares amén del montaje de escenario y preparación de actores). Ahorro los detalles al amable lector: subimos poseídos por el espíritu de Emerson Fittipaldi (nunca de Fernando Alonso: todavía estaríamos a estas horas en camino) y nos encontramos con una amable y comprensiva comisión que aminoró el problema y, es más, hizo un bando popular con el nuevo horario de la representación: las 22h.
Hasta ahí perfecto, incluso pudimos cenar gracias a las dotes persuasivas de nuestro director pues «aterrizar» una expedición (así, de golpe, en un bar de dimensiones reducidas en un pueblo de dimensiones reducidas en pleno 15 de agosto…). Gràcies, Vicent. Y posteriormente, como buen día que mal empieza, la representación tuvo sus incidentes correspondientes: Ignacio se vio atacado por un periódico asesino, portado por un expresivo Daniel, y se quedó sin las gafas graduadas -de pega- que utilizaba en la representación de novio feo y cegato (incrementando, eso sí, el efecto de cegato y, por ende, el de feo); Daniel igualmente vio volar su periódico en varias «separatas» coleccionables y tuvo que salir del paso con gracia artística; el pobre Ignacio de nuevo sufrió un percance al quedarse sin una de las flores que portaba para su amada internáutica (merced a su ímpetu representativo que hizo que saliera disparada a 5 metros la pobre florecilla); Vicent no midió bien, con Juanan en brazos, y arrambló con el perchero de la clínica dental; durante la representación de la primera obra llegó sorpresivamente el otoño haciendo caer un ramo de vegetación colgado de un panel… ¡Uno de esos días, ya se sabe, te levantas con el pie izquierdo a la pata coja…!
Pero no obstante, y bromas aparte, anécdotas simpáticas que nos sirven para recordar, reir y, cómo no, crecer.
Gracias Zucaina, llenasteis el recinto y nos consta que pasasteis hora y media de divertida experiencia lúdica. Para nosotros, todo un placer.
VISCA EL CRESOL … summer tour!!!!
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