En nuestra «casa», donde no solemos prodigarnos, y ante nuestro público en este caso por una causa solidaria: la recogida de fondos para la APNAC (Asociación de Padres de Personas con Autismo de Castellón), pusimos en escena un programa en el que el leit motiv era la búsqueda del entretenimiento y, más allá, la sonrisa y la risa. Y a fe que lo conseguimos pues las imágenes del auditorio en pie despidiéndonos lo acreditan y, lo que es mejor, nos enriquece. Aún más teniendo en cuenta que el fondo era una buena y noble causa.

«Pilar i MIcalet», «Novios por internet», «Farsa y Justicia del Corregidor» y «Confusión general en la clínica dental» componían el programa que consiguió crear un espacio mágico de entretenimiento por más de hora y media. Ni el día ni el horario prometían (tarde de viernes víspera de fin de semana largo y hora no demasiado avanzada) pero se consiguió el objetivo: una buena entrada lo cual siempre alimenta al artista, siempre.

Las disputas regionales de Pilar y Micalet consiguieron arrancar las primeras sonrisas y tímidas risas y poner en órbita cómica al público… Los mentirosillos novios frutos de las nuevas tecnologías internáuticas acabaron mejor de lo que empezaron su noviazgo y sus invenciones pusieron una guinda estupenda al pastel… El Corregidor demostró tener las artes dialécticas suficientes para «encauzar» casos que podrían (podrían, ¿eh?) recordarnos casos actuales, ¡qué arte dictando justicia!… Y en esa clínica dental se produjeron tales equívocos que cualquier final (hasta el inesperado que fue el que sucedió para delirio general el auditorio) hubiera valido. 4 historias con 4 vivencias humorísticas. ¡Viva el teatro y la imaginación!

Nos quedamos también con las intimidades (esas que hay que ocultar, pero que como hay confianza con Ud., amable lector/a comentamos) y es que Daniel no supo hasta última hora qué papel iba a representar en la tercera obra (¡qué grande, Daniel, chico para todo! memoria y cintura); que Jose una vez más resultó ser el secretario más objeto de recortes en Justicia (cuando no le falta la pluma, le roban toga y cuando no le dejan sin atril); que el burro de Víctor no tenía rabo sino un plumero «tuneado» más tieso que la mojama y que era más arma arrojadiza que otra cosa; que al presentador del espectáculo por parte del Cresol, Julio, se le fue dada una única instrucción por parte del técnico del teatro en el sentido de apartar el pie de micro -algo antiestético- una vez acabado el parlamento y ¿sabén cuál fue la única instrucción que no cumplió?; que Chus nos hizo un striptease de cuerpo superior (me refiero a la parte de arriba, Chus, no te estaba alabando tu cuerpo castellano-manchego sobre el cual no tengo formada opinión) cuando otro compañero necesitó de improviso su camisa para la obra siguiente; que cierto personaje con cierto periódico olvidó el mismo y, como un auténtico visionario de su tiempo, leyó las noticias en su móvil de última generación (¿se había inventado ya?); que un banco de parque se puede construir con unas sillas al uso y una buena triple ración de cinta aislante (no había del mismo color que las sillas, ¿verdad? es que no se puede tener todo) y que…. ¡En fin, que la magia del teatro existe y por favor que siga existiendo para salir de estos apuros y otros tantos!

Por esto y por mucho más. Por las vivencias de un gran equipo humano, VISCA EL CRESOL.

TRaval (2)TRaval (4)TRaval (5)TRaval (8)TRaval (11)TRaval (15)TRaval (18)TRaval (20)TRaval (23)TRaval (25)TRaval (31)TRaval (35)TRaval (41)TRaval (45)TRaval (46)

 

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia. Si continuas navegando, consideramos que acepta su uso. Puedes obtener más información aquí aquí.


ACEPTAR
Aviso de cookies