La mañana de la jornada de clausura de la Semana del Teatro del CRESOL ha estado dedicada, de manera monográfica, a homenajear a una «joven veterana» actriz amateur de nuestro grupo: Pilar Guillén. A sus 86 años esta infatigable vividora (en el mejor de sus mejores sentidos) es todo un ejemplo para las generaciones que le siguen.
Inquieta, enérgica y energética, vitalista, no hace demasiados años puso velocidad a su ya de por sí acelerado carácter llevándole por el camino del aprendizaje en el sentido amplio: idiomas como el italiano, baile (integrada en dos diferentes grupos), guitarra, teatro, ¡violín!…. Cuentan que intentar coordinar ensayos y actuaciones era con ella toda una peripecia pues su completa agenda condicionaba, y mucho, los momentos disponibles.
Hoy EL CRESOL ha hecho justicia con ella. Ha llegado al Centre Cultural Castalia engañada (como tiene que ser y suele suceder) para ver bailar a sus bisnietas y se ha encontrado con un salón lleno de antiguos amigos que entre abrazos y besos emocionados la han devuelto a la realidad. Vicent Collado, el director del grupo, ha glosado su historia (entre comentarios de una Pilar que ha renegado de esta encerrona, «muy maña ella», desde el primer momento). Posteriormente, y ya ubicada en un lugar de privilegio, se ha pasado un video homenaje/resumen de su carrera artística (gracias José Edo, ha sido muy emotivo a la vez que bien montado) que ella seguía con total interés entre comentarios y reniegos mezcla de agradecimiento y carácter, además de recordar, portentosamente, los textos que años atrás se estudió. Un breve pero sentido agradecimiento por su parte ha servido para finalizar el acto no sin antes hacer que subiera al escenario para representar, «a bocajarro» un trozo de escena de «La casa de Bernarda Alba».
La distendida charla posterior con un ágape ha cerrado una jornada para el recuerdo. FELICIDADES, PILAR, conserva también ese álbum de fotos y ese ramo que con cariño te entregamos.
Comentarios recientes